La cárcel de Cáceres es pequeña en comparación de otras españolas, tiene cinco módulos de hombres y el de mujeres. En total alrededor de quinientos internos y una treintena de mujeres. Un grupo del voluntariado de la Pastoral Penitenciaria les acompaña pues se turnan para los diferentes días, miércoles, jueves y viernes que hace grupos de formació n o simplemente se les escucha. Los sábados se celebra la Eucaristía para dos grupos y algunas mujeres, los domingos para el resto.
Durante la Cuaresma hubo días de preparación para la gran SOLEMNIDAD DE PASCUA. Siempre hay un grupo de hombres asiduos, también mujeres.
Así pues este año los voluntarios nos propusimos tener con ellos algo especial: el viernes día 13, les dio una conferencia un sacerdote-psicólogo, que les habló del valor del ser humano y el amor de Dios hacia cada uno. Fue muy valiosa su intervención y acabando preguntas muy apropiadas con el tema. Todos quedaron satisfechos. Al siguiente viernes, llegó el Sr. Obispo: D. Francisco, que siguiendo en la misma línea del sacerdote anterior les habló del amor inmenso de Dios, relacionado con la fe y la esperanza, también al finalizar le hicieron algunas preguntas, se les vio muy interesados.
El viernes anterior al VIERNES SANTO, todos los voluntarios preparamos un Via Crucis participativo. Cada voluntario se encargó de una Estación que la organizó a su gusto. Los internos llevaban las cruces y algunos también leyeron. Realmente fue muy emocionante ya que se vio a los participantes muy fervorosos, reflexivos, meditativos, en fin les llegó muy adentro.
En el TRIDUO PASCUAL, también participaron. Tanto en la Eucaristía del JUEVES SANTO como en la Celebración del VIERNES, se les notaba muy centrados en lo que se trataba; especialmente el viernes fue muy emotiva, participativa y muy meditativa, especialmente la adoración de la Cruz.
Especialmente para mí, que era la primera vez que participaba de todo esto, acompañándoles dentro de la cárcel, fue algo muy especial. Salí muy emocionada y con un sentimiento de gratitud al Señor muy grande. Aprendí mucho de ellos y ellas en estos días tan significativos. La mayoría son gentes sencillas de pueblo con muy buenos sentimientos a pesar de sus fallos y … otras circunstancias.
Ni que decir tiene que la PASCUA fue algo que desbordó. LOADO SEA DIOS POR TODO Y POR SIEMPRE.
Hna. Rosa María, mss