¿QUÉ ME DICE DIOS?
Domingo IV de Adviento
Lucas 1,39-45
En aquellos días, María se puso de camino y fue a prisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: « ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»
¿QUÉ ME DICE DIOS?
Hola, Señor: Hoy comienza un mes muy bonito, Diciembre, el mes de la espera, el mes que, como María tenemos que ir aprisa a ayudar a los otros, a salir de nuestras pequeñeces para ir a las cosas grandes de los que nos rodean.
Quiero ser generoso(a) para que los que viven conmigo y también con mis amigos y los que no lo son, que como Isabel, sientan algo especial cuando estoy con ellos.
Cuando María llegó a donde Isabel el niño saltó de gozo, Isabel rezumaba alegría, y ¿Por qué?. Porque Ella estaba allí. Así, así, Señor quiero ser yo. Cuando los míos y los de fuera estén conmigo sientan que yo estoy lleno(a) de Ti.
Gracias por tu amor.
¿QUÉ VIVIMOS EN GRUPO?
Desde el mayo pasado que os contábamos que vivíamos en Granada, han pasado algunas cosas que os comento.
Casi al final del curso celebrábamos el Corpus por todo lo alto en Granada en su Catedral, en las calles y en nuestra querida Casa Madre. La evaluación del curso en Madrid fue muy enriquecedora, con una experiencia de una Noche de Evangelización impactante; la cual se ha repetido en el encuentro de inicio del curso en septiembre.
En julio estuvimos en la Asamblea, no todos los que nos hubiera gustado pero las obligaciones maternales (Ana, la hija de María y Guille, estaba bastante mala por entonces) y de trabajo lo impidieron. La asamblea nos ha servido para ver todo lo que se ha avanzado, para retomar retos, para ver el camino a seguir… y por supuesto para seguir haciendo cada vez más Familia MISSAMI, de la mano de la Virgen.
En septiembre iniciábamos nuestro curso, hemos empezado por la exhortación apostólica del Papa Francisco, y este año nos turnamos uno de los adultos para darles formación a los niños. Seguimos con las adoraciones semanales y con las mensuales antes de las reuniones de temario, que solemos finalizar con una merienda. Bueno el mes pasado fuimos a la Cena-Gala de Ahoringa Vuelcapeta, y es una alegría ver como lo que se siembra da fruto, gracias a ellos hay jóvenes en Bolivia que pueden hacer estudios… y un montón de corazones en Granada se ha acercado más a los hermanos.
Entre las misiones que hacemos seguimos con visitas a enfermos, visita a la cárcel, catequesis en diferentes parroquias, tocar en las eucaristías de los domingos, colaborar con la residencia.
Todos estamos pendientes del proceso de beatificación de Mª Emilia, por eso intensificamos nuestras oraciones.
Desde el 1 de octubre de 2015 tenemos a Dolores Romero (Misionera Eucarística Laica) en el Cielo. A nadie nos cabe duda.
En todo el proceso de su enfermedad ha sido una mujer ejemplar, sin quejarse, siempre que íbamos a visitarla nos preguntaba por todos olvidándose de ella misma.
Hemos tenido la suerte de conocer en persona a una “santa”, de ella podemos aprender la entrega como esposa, como madre, como abuela…. Siempre buscando el detalle para ser servicial, no sé ni decir la de años que ha estado preparando comidas en Cotolengo….
Todo lo hacía como respuesta a la llamada de Dios de darnos a los hermanos en gestos concretos, y siempre con una sonrisa, siempre como si no hiciera nada, con una gran humildad.
Es un orgullo para mi haber compartido con ella tantos años de adoración, de formación, de encuentros, de vivencia.
Muchas veces me viene a mi memoria su frase “haced cosas buenas”, cosas buenas para que te recuerden por lo bueno que haces, que sean muchas las buenas obras, para que así no nos quede tiempo para hacer nada contrario a la voluntad de Jesús Sacramentado.
Dolores desde el cielo sigue acompañándonos.