Encuentros sorprendentes
Encuentros Sorprendentes Aquella gran puerta de hierro se estaba abriendo. Adolfo y yo nos dirigíamos, a toda prisa, al Módulo 14 y, de repente, nos chocamos con un grupo de jóvenes, ¡muy jóvenes!, que parecían querer traspasar esa puerta con ansiedad, ansiedad contenida, delante de ellos iba un funcionario. Nos frenamos justo en el entreabierto