Estamos disponibles y felices de ir allí donde los hermanos nos necesiten

NUESTRA PRESENCIA MISIONERA

Nuestro título de Misioneras nos pide que, urgidas por la caridad de Cristo, realicemos un constante esfuerzo para trabajar en la obra de salvación y renovación de toda criatura. Nos sentimos comprometidas en la obra misionera de la Iglesia, y estamos disponibles para colaborar en lugares de mayor necesidad, aunque para ello tengamos que sacrificar, si es necesario, otras obras. Como Jesucristo se unió por la Encarnación a las situaciones de los hombres y las mujeres, acogemos con mente abierta y ánimo esforzado la cultura, costumbres, condiciones sociales de cada País, en un constante esfuerzo por inculturarnos en sus tradiciones religioso-culturales y haciéndonos una con todos.

Valoramos nuestra vocación misionera como una gracia especial, formándonos para ser enviadas al campo de misión, asumiendo las dificultades, el cansancio, el trabajo infructuoso, contando más con la gracia de Dios que con nuestros propios esfuerzos.

Queremos llevar en nosotras la vida de Jesús para que Él obre en los hermanos a quienes somos enviadas.

Nuestra manera de vivir, de orar y de trabajar quiere ajustarse a las necesidades del apostolado, a las exigencias de la cultura, a la realidad socio-económica y a las necesidades de nuestros hermanos. Esto nos obliga a una permanente flexibilidad y desprendimiento para trabajar y vivir en provisionalidad, adaptándonos con alegría a las circunstancias de cada lugar, insertándonos en los lugares más pobres.

Dentro de nuestra misión desarrollamos el ministerio educacional, en la formación integral de la niñez y juventud y en la obra evangelizadora de la Iglesia.

La presencia de Dios que hemos de ser para nuestro mundo nace de nuestra adoración a Jesús en la Eucaristía, la visibilizamos en el culto, que cuidamos también como evangelización, y la llevamos a su plenitud en el amor y servicio a los hermanos donde nos necesiten.

TODOS SOMOS MISIÓN, TÚ ERES MISIÓN

Todos podemos ser parte de esta gran obra que María Emilia inicio y que hoy sigue viva.

CÓMO PARTICIPAR