Las Hermanas de la Comunidad de Brentwood, California queremos compartir con ustedes un artículo que publicaron en el periódico “The Catholic voice” de la Diócesis de Oakland, California, de fecha Febrero, 23, 2015.
El motivo de este artículo es que en fecha febrero 07 del 2015, asistimos a la celebración de la vida consagrada, en la Catedral Christ of Light, en Oakland, presidida por el Obispo Michael C. Barber S.J. con motivo del inicio del Año de la Vida Consagrada, proclamado por el Santo Padre en días anteriores, en dicha celebración se nos unieron algunas Congregaciones Religiosas y seglares que apoyan las actividades religiosas, solo por nombrar algunas: Las Hermanas de la Caridad de Teresa de Calcula, Las Hijas del Buen Pastor, los Franciscanos, Los misioneros del Corazón de Jesús y María, y algunos Institutos seculares, además de que por Nuestra Parte Nuestro Párroco Father Jerry Brown, junto con uno de los Vicarios Joseph Li y el Seminarista Erick Villa, nos acompañaron a dicha celebración.
Fue una celebración llena de alegría, de convivencia fraterna, en donde el idioma no fue ningún problema, ya que no solo había comunidades hispanas, sino mayormente americanas, y vietnamitas, no fue barrera alguna el dialogo, ya que nos entendíamos a la perfección, pues hablábamos todas y todos el mismo idioma del amor y el de la alegría, la celebración por supuesto fue enteramente en inglés, la renovación de votos, fue general, pero igual de emotiva. Igualmente la música estuvo muy a tono con la celebración ya que fue el coro de niños de la Catedral, que con sus voces angelicales nos transportaron a todos al Cielo.
El Obispo al ser Jesuita y religioso, es una persona muy cercana y sencilla. Al final de la Celebración, tuvimos un pequeño compartir (parlot), que cerró con broche de oro, la celebración, ya que la amistad que hicimos antes de la Eucaristía, se llevó también a la mesa de los alimentos.
Demos Gracias a Dios, por estos momentos que nos concede el poder compartir con otros hombres y mujeres que han dejado todo para subirse a la barca de Jesús, y llevar la Buena Nueva del Evangelio y sobre todo el ser TESTIGOS DE LA ALEGRÍA de formar parte de la Iglesia.