V DOMINGO DE PASCUA

Evangelio: Juan 15,1-8

“Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada”

¡Sorprendente! Estas palabras de Jesús resuenan en mi corazón… La imagen de la vid y los sarmientos puede estar un tanto alejada de nuestra sociedad moderna, pero es extremadamente profunda.sarmientos-a-la-vid

Somos invitad@s a permanecer en El… sólo así El también estará presente, sólo así daremos fruto “abundante”, sólo desde nuestra unión con El. Pero… ¿cómo permanecer Señor siempre en tu presencia? Desde mi debilidad… confío en tu fidelidad, cuento con tu gracia… porque como sigue diciendo tu Palabra… “sin mí no podéis hacer nada”.

¡Cuántas veces en mi vida he sido partícipe de esta realidad! “Sin mí no podéis hacer nada”. ¡Cuántas veces, sin darme cuenta, dejo de “permanecer en ti”! Y repito… sólo con tu gracia es posible. Sin embargo, esta misma experiencia me hace darme cuenta del gran amor que me tienes, de lo afortunada que soy, al ser invitada cada vez que caigo, a levantarme CONTIGO. Sólo así voy descubriendo que sin Ti, realmente, no puedo hacer nada, y, además, tampoco quiero.

El mundo de hoy se nos presenta interconectado, no se puede entender la sociedad sin olvidar que todo está en red… y que cuando esta falla, en seguida hay alarmas, parece que no somos capaces de vivir sin estar “conectados”.

Creo que esto es un signo del Espíritu… estar interconectados unos con otros, con todo nuestro mundo, un mundo “enREDado” nos hace palpar que la conexión es posible, que nos engancha, ¡que nos encanta! pero que la única conexión que de verdad nos colma es la que nace de una relación profunda y auténtica contigo, sólo así podemos dar mucho fruto… y fruto abundante, frutos de amor y alegría.

Este tiempo es una gran oportunidad, hoy es el mejor momento para dar testimonio y ser signo de que la verdadera interconexión entre nosotros es fruto de la interconexión con Dios, debe fluir desde ahí, pues descansa y se encarna en el AMOR concreto.

Desde mi experiencia personal, es la Eucaristía, la Adoración, un regalo y oportunidad diaria para concretar mi conexión con Él, para actualizar ese permanecer en El, y poder dar los frutos que Dios quiere…

Ayúdame, Señor, a buscar siempre estos momentos de encuentro contigo. Quiero permanecer en Ti, como el sarmiento a la vid, siempre “enganchada” a tu Red.

Davinia Martínez, mss
@Davinia_mss