VI DOMINGO DE PASCUA

Evangelio: Jn 15, 9-17

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Hoy delante de Tu palabra, Señor, paro y me dejo interpelar y escrutar por ella. Es bueno escuchar Tu voz que sigue diciendo “como el Padre me amó, os he amado”. Gracias Señor por tu inmenso Amor, por tu derroche de vida, por tu exceso de Amor.

¿Mayor prueba de amor?
Claro que no.

Dar la vida. Tú nos diste la gran lección del amor, dar la vida hasta las últimas consecuencias. Gracias Jesús por llamarnos amigos y por seguir llamándonos por nuestros nombres. Tú nos has escogido, llamado, porque nos amas. Nos tras por amigos y nos diste a conocer todo del Padre. La iniciativa es Tuya, Señor, te adelantas como solo el Amor sabe hacerlo. Da siempre el primer paso, incluso cuando se trata de dar la vida por los demás.

Gracias por invitarnos a dar frutos, frutos que nacen del amor, esos que permanecen y atraviesan el tiempo. Y, ayúdanos para dar los frutos que Tú esperas de cada uno de nosotros.

Gracias Señor, hoy hago memoria de las palabras de María Emilia: “Amaos, ayudaos”… y, es el gran deseo de mi corazón, vivir en esa clave, desde el amor y la ayuda a todos.

Sólo el amor es capaz de dar vida. Ayúdanos a vivir desde el amor y a permanecer en Tu Amor. Nos ponemos en Tus manos para que nos ayudes a vivir cada día buscando Tu voluntad.

¡Ayúdanos a permanecer siempre en Tu Amor!

Isabel María Venade, mss
@IsabelMariamss