PENTECOSTÉS

Evangelio: Jn 15,26-27; 16,12-15

Jesús fue el primer defensor del Padre. Momentos de silencio interior. Descubro en Jesús su relación profunda con el Padre. Jesús me da seguridad de que Él siempre está conmigo, su Espíritu me da vida, su Palabra es mi Luz.

Nos dice Jesús: “os conviene que me vaya, así vendrá sobre vosotros el Espíritu de la verdad”.
“Cuando venga… el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa”
Nos recuerda otra frase del Evangelio: “Yo soy, el camino, la Verdad y la vida”

Es una llamada de Jesús a vivir según su Espíritu. Creer y vivir en Él, caminar con Él, sin su ayuda no somos nadie. Nuestros talentos, todo lo bueno que Él mismo nos ha dado no tiene sentido.

Ayer me encontré con una joven, ella muy guapa. Es abogada, tres veces divorciada, tiene un buen sueldo. Y me dijo: “Yo creo en Dios, pero no soy practicante”. Y le pregunté: “¿eres Feliz?” Me contestó que no lo era. Y “¿por qué” le respondí. “A mí sólo me mueve el dinero y ahora he quedado en la ruina y ya no soy nadie y menos voy a creer en Dios”.

Señor, quiero darte gracias, Padre lleno de ternura, porque no dejas de pensar en mí. Me conoces y penetras mis sentimientos, conoces mi fragilidad. La propuesta de Jesús es dejarse guiar por el Espíritu.

Jesús no nos quiere dejar solos, nos dice por activa y por pasiva que no nos dejará huérfanos. Él ha obedecido al Padre como Hijo que procede de Él. Maravilloso pensar, que Jesús fue obediente al Padre hasta la muerte.

Jesús nos invita a mirar desde la Fe. Esto es lo que Jesús nos enseñó, mirar al otro debería ser contemplar el cielo. Como hizo Jesús en una ocasión. Miró a Zaqueo y sobre él vio el cielo. Esto es la mirada según el Espíritu. Todos los días nos llenamos de Jesús Eucaristía, pan que se parte y reparte; con su Espíritu llena mi corazón, del cual tiene que brotar el verdadero amor a los demás.

Desde mi experiencia personal os puedo compartir, vivir según su Espíritu es dar sentido a lo que vives y haces. Este llamado a vivir según su Espíritu es aceptar los retos que implica ser misionera.

Señor yo no soy nada ni nadie sin tu presencia: Tú me animas a vivir según tu Espíritu. Llévame por tus caminos, enséñame a buscarte en todo a Ti. Si camino contigo no tengo cansancio, Tú eres mi fuerza y mi alegría, eres la Luz en mí caminar. “Tu Espíritu me guiará hasta la verdad plena…”Me envía a dar testimonio porque estamos con Él y Él está con nosotros hasta el final del mundo.

¡¡¡Envía Señor tu Espíritu Santo y llena nuestros corazones con tu DONES!!!

Raquel Barrón, mel
@raquelbarron81