XIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio: Marcos 6, 1-6

Con gratitud quiero compartir el mensaje de Jesús. En primer lugar Jesús me invita a salir de mi propia comodidad. Viene a mi corazón todos los días en la Eucaristía, me enseña cómo debo vivir desde su misión como seguidora. Me encuentra muchas veces distraída pensando en mis cosas y no en las cosas de su Evangelio. Te quiero pedir perdón Señor. Me falta mucha FE Señor.

La Fe es un DON de Dios y vale más que mi vida. Para mí la Fe es un continuo peregrinar, un caminar con Jesús por esos caminos polvorientos del sufrimiento de mis hermanos, con la mirada fija en el Padre y en la comunidad de mis hermanos.

Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio».
La Fe en Jesús es un caminar con Jesús, sufrir, caer y levantarse tratando de ser fiel a Dios a quien no vemos con nuestros pobres ojos, pero sí con los ojos de la Fe. Fiarme de Dios y confiar en Él. 22. corazónLe digo a Jesús en mi pobreza y debilidad con mucha humildad: “Creo Señor, pero aumenta mi Fe”

Jesús recorría los pueblos de los entornos de su patria, porque en su tierra no era bien recibido. Esto es para mí una llamada a reconocer su mensaje y su presencia en la vida de mis hermanas y hermanos que me rodean, sobre todo en aquellos que sufren. Tengo que tomar conciencia de que convivir con los demás es convivir con Jesús, su tierra soy yo y también el corazón de mis hermanas. Vivir la fraternidad comunitaria como un lugar de encuentro con Jesús que me invita a ser feliz, disfrutar el momento como algo nuevo.

Raquel Barrón, mel
@raquelbarron81