XXVIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Evangelio: Marcos 10,17-30
«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?»… Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.»
Ante la inquietud de esta persona Jesús lo miro con cariño, con amor; así a cada uno/a nos mira con amor, Él ve lo bueno, ve las posibilidades que tenemos de dar lo mejor y para ello nos invita a un proyecto de vida, donde nos dice de manera personal: “una cosa te falta”:
Anda, ponte en movimiento, sal de tus comodidades, sal de tus temores, sal de tus bloqueos, sal del consumismo, sal del activismo,…ponte en camino de libertad.
vende lo que tienes, a qué riquezas te aferras: ¿Qué te amarran?, ¿Qué te han quitado la libertad de vivir?, ¿Qué te alejan de los que amas?, ¿Qué han acaparado tu corazón y tu vida?,…
dáselo a los pobres, date a los demás, ábrete sin miedo, comparte lo que tienes con gratuidad, sin esperar gratificación, aplausos, éxitos,.. sino la alegría de dar y acoger con gratitud lo que los demás te brindan.
tendrás un tesoro en el cielo, promesa que inicia aquí y ahora. Genera el gozo de ser tú mismo/a, de sentir que Dios es la razón de la vida, Él es el mejor tesoro y en Él se ensancha el corazón para la construcción del Reino, buscando y soñando juntos el cuidado de la VIDA.
y luego sígueme, en este proceso personal responder al llamado de Jesús, como María Emilia dijo: “Jesús mío soy tuya”, junto a ella tantos hombres y mujeres a lo largo de la historia que han dado y dan su respuesta generosa, en el silencio de cada día; también junto a ellos y ellas, yo te digo nuevamente Señor “Aquí estoy para hacer tu voluntad”, te seguiré a ti Señor en todo momento y con alegría te serviré en mis hermanas y hermanos.
Pascuala Tola Coca, mss