XXIX DOMINGO TIEMPO ORDINARIO

Evangelio:Marcos 10,35-45

“Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a la izquierda”… Pues siendo sincera yo también quiero eso, ¿cómo no pedírtelo?, ¿cómo no aprovechar la confianza que me brindas?, Tú mismo me dijiste “pedid y se os dará”, ¿cómo no querer estar contigo cada instante?…07. Lavatorio

Sí, quiero lo mismo que Santiago y Juan, quiero estar a tu lado y poder conversar una eternidad, y escucharte sin tener que estar pendiente del tiempo, y quedarme reclinada en tu hombro como Juan en la Última Cena, y alabarte y darte miles de gracias por todo el bien que haces.

Creo que eres Dios y que tu derecha y tu izquierda es infinita, que allí tenemos cabida todos, que tu misericordia nos acoge, nos lleva hasta Ti, tú eres el Amor y no puedes dejar de amarnos, tus brazos están abiertos esperando… siempre esperando que vayamos a tu encuentro.

¿Y yo cómo me voy a presentar ante Ti?, ¿qué llevo en mis manos como ofrenda?, ¿qué te daré cuando nos veamos cara a cara?, ¿qué te puedo dar?… Nada de mí es propio, lo que soy Tú lo has hecho en mí, el deseo de seguirte Tú lo pusiste en mi corazón, Tú me llevas de la mano, soy de los niños mimados por Ti.

Amor se paga con amor: si Tú me pides que me ponga en el último lugar en mi día a día, que sea humilde, que sirva a otros, que me olvide de mi misma para ayudar a los demás, que deje a un lado mi preocupaciones para ocuparme de las de otros….Sólo me queda pedirte a Ti las fuerzas para vivir según tu proyecto con fidelidad.

Nuria Molinero, mel