Evangelio Jn. 14,23-29
Desde este texto se nos dan varios mensajes: Jesús nos revela su vuelta al Padre, a quien ama y obedece; pero no nos deja huérfanos, nos regala su Paz y nos enseña a vivir con Fe todos los acontecimientos de nuestra vida.
JESÚS, meditando el texto, reconozco lo maravillosa que es tu paz, porque es tu presencia, tu tranquilidad de espíritu, tu serenidad de corazón, es la relajación del alma.
Tu paz es el mejor de los regalos, no es algo que se queda fuera de nosotros, no es algo externo, sino que nos toca el corazón, porque con tu clave de vivir como tú, haciendo siempre la voluntad de Dios, se consigue una serenidad interior muy especial, que nos alegra por dentro, que nos anima, que nos da fuerza y que nos impulsa a hacer el bien a nuestro alrededor.
Siempre nos avisas, Jesús, de que si tenemos fe en ti, caminaremos sobre seguro , nuestra vida pisará sobre algo firme y tendrá sentido ; pues tú eres la única ruta hacia Dios, solo tú nos conduces al cielo.
Además podemos comprobar que el que vive a tú estilo, tiene una felicidad especial, que no desaparece ni con las peores dificultades, ni contratiempos.
Jesús, gracias por tus enseñanzas de cada día, por el amor que pones en nuestro corazón. Gracias porque con tu vida nos muestras como tenemos que amar a Dios y como podemos amarnos entre nosotros.
Danos tu paz, que es muy distinta a la que el mundo nos da.
Perdónanos, el que a veces no entendamos nada, que nos sintamos perdidos, solos, vacíos, alejados y hasta creamos que tú nos has dejado.
Ayúdanos a acoger tu paz y a entregarla a los demás.
Jesús, esta frase que nos diriges: «MI PAZ OS DOY» y que tanto nos resuena en el interior, es como un lanzarnos a ser sembradores de paz, a nuestro alrededor, sembradores de TU PAZ, de la que nos has regalado.
Con MARíA EMILIA RIQUELME (298), decimos: ¡QUÉ HAY MÁS DULCE QUE UN AMÉN MIRANDO A DIOS!
GRACIAS POR TODO Y POR SIEMPRE SEÑOR.
Encarnita Andrés