GRACIAS, SEÑOR

Exultantes de gozo, la Comunidad de Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada del Pasaje Campos Elíseos 8 de Barcelona, hemos celebrado el día 2 de mayo de 2016, la Acción de Gracias a Dios con motivo del Decreto de Venerable firmado por el Papa Francisco el 14 de diciembre de 2015, reconociendo las virtudes heroicas de nuestra Madre Fundadora, la Venerable María Emilia Riquelme y Zayas.
La Santa Misa solemne fue presidida por el Sr. Arzobispo de Barcelona Juan José Omella. Concelebraron el Obispo emérito de Perú Juan Godayol, el Rector de nuestra Parroquia Monseñor Ramón Corts, el Secretario del Señor Arzobispo, el Director espiritual del Seminario, los Sacerdotes de nuestra Capilla y dos Diáconos.
Impresionaba ver nuestra Capilla repleta de fieles que asistieron con fervor a este evento.
Esta Casa y Capilla fueron fundadas por nuestra Venerable Madre María Emilia Riquelme en el año 1905. Su presencia misionera está viva en este “Trocito de Cielo” que cada día abre las puertas para que Jesús Sacramentado sea adorado y amado por todas las personas que llegan.
Resonaron los cantos musicalizados con la letra de nuestra Venerable María Emilia que todos cantaban con mucho amor, y con qué fuerza se unían las voces en la Comunión: “Únete a Jesús, nada le niegues”, “Quiere Jesús esta unión para fomentar la caridad” y la Consagración a María “Para Ella, alma, vida y corazón”.
El Señor Arzobispo, Juan José Omella, nos habló en la homilía desde su propia experiencia eucarística. Señaló cinco columnas de nuestra espiritualidad Congregacional:
1- La humildad: estamos llamadas a servir con sencillez.
2- La Eucaristía: mirando por esta ventana desde la mirada de Jesús nos comprometemos a ver y tratar a los hermanos como el mismo Jesús lo hace con nosotros.
3- La Evangelización: sin fronteras, abiertas al mundo entero.
4- Amor a María Inmaculada: “Para Ella, alma, vida y corazón”.
5- La Entrega total sin reservas a Dios.
Al final de la Eucaristía cantamos el “Himno de las Misioneras” que hizo vibrar a todos.
Finalizada la Santa Misa, el Señor Arzobispo con los concelebrantes y fieles salieron a la calle del Pasaje, donde se colocaron unas mesas para compartir en familia unos dulces y bebidas que tuvieron gran éxito, mientras intercambiábamos encendidos el gozo de la Fiesta vivida.
Nuestra Madre General, Madre Leonor Gutiérrez, agradeció profundamente a nuestro Arzobispo Juan José Omella el hueco que hizo en su Agenda para presidir y acompañarnos en esta Acción de Gracias.
La siembra evangélica de nuestro tan cercano Pastor ha quedado como recuerdo imborrable en el corazón de las Misioneras y de todos los fieles.
¡GRACIAS, SEÑOR!