X DOMINGO DEL  TIEMPO ORDINARIO – 5 JUNIO

Evangelio: Lucas 7, 11-17

Señor, en esta Palabra descubro a un Jesús siempre en camino, que sale al encuentro de los otros, que se hace presente en la vida de la gente sencilla, en sus alegrías y sus penas, en sus luchas, en su vida y en su muerte. Un Jesús misericordioso, que se compadece y salva. Ayúdame Jesús, a ser como tú, a ser “una mujer para los demás”, siempre atenta para tender una mano a quien lo necesite, siempre en camino y acompañando a otros. Enséñame a mirar con misericordia y compasión todas las realidades de la vida, a todas las personas, pues así es como Tú nos miras a cada uno, sin juicios, sin pedir cuentas, solo perdonando, amando, acogiendo, y empezando de nuevo cada día.

Como el joven del Evangelio, yo también quiero volver a la vida cada vez que escuche tu Palabra, esa Palabra llena de fuerza que hace renacer desde dentro. Esa Palabra que sana y abre los ojos a una nueva realidad, solo posible desde la fe y desde el Amor recibido. Tú eres más fuerte que cualquier muerte Señor, tú desafías hasta las leyes de la naturaleza con la fuerza de tu Amor, con tu Palabra generadora de vida.

Ayúdame a vivir atenta para poder reconocerte, para poder acoger tu Presencia viva y actuante en mi vida y en la vida de quienes me rodean.

Que ante el sufrimiento de los demás, la compasión me mueva a “salir al encuentro”, que sepa ayudar a otros a vencer el dolor, y crear vida nueva allí donde Tú me envíes.

Que me deje purificar por tu Amor, Señor, para poder vivir y amar a tu estilo, con un corazón misericordioso que acoge a todos sin distinción, sin condiciones.

Que el Amor, sea mi opción de vida.

”Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.» Sí, Señor, Tú eres el Gran Profeta, el que nos visita día a día, el que nos devuelve la vida cuando nos sentimos morir. Aquí estoy Señor, me pongo en tus manos y CONFÍO EN TI.

Mapi Rodríguez de Rivera y Olives, mss

@mapimissami