XV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio: Mt 10, 24-33

Esta lectura del buen samaritano, me lleva a pensar no sólo en todos aquellos hermanos y hermanas que sufren en las diferentes misiones en las que nos encontramos, o dicho de otra manera, en el sufrimiento de tantas mujeres, hombres, niños, niñas jóvenes que sufren ante la indiferencia, la insensibilidad, egoísmo, falta de comprensión, hermandad, Misericordia, en el mundo.buensamaritano3

Siento que esta parábola me lleva a cumplir el primer mandamiento: amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo, pero debo también pensar en las necesidades de mi familia, el sufrimiento que tiene, ellos también son parte del mundo y comparten las mismas necesidades y sufrimiento. Ser consciente de que los míos están necesitados de esa palabra de aliento, desean sentirse también escuchados, comprendidos, que quizá de alguna maneras se sientan abandonados y que sufran por esa falta de comprensión, especialmente cuando hay enfermos, cuando hay ancianos, cuando hay dolor ante la pérdida de un ser querido; Y dónde estoy yo???? Es difícil llegarles al corazón, porque es la propia famila, ellos son los que mejor nos conocen y esa es la razón, pero las heridas necesitan ser curadas, necesitan la debida atención. A qué le temo???? Acaso no soy capaz
de consolar, de llevar paz, reconciliación, de sanar heridas y no sólo las corporales, sino las espirituales. A mi propia familia esas heridas también duelen y es necesario el médico, pues pueden ser causa de separación, disputas, enfrentamiento. Y es ahí donde se verá mi actitud ante situaciones que se presenten, si doy un rodeo, si evado, o ignoro lo que sucede a mi alrededor y por egoísmo, dejo de hacer, dejo de servir a los demás, especialmente a los que me necesitan.

Que ese amor que yo le digo a Dios tener, que se vea reflejado en dar también de mi tiempo a aquellos que lo necesitan de mi familia, no darles la vuelta, o darles un consuelo a medias, hablar con el posadero que se ocupe de mis cosas, de aquéllas a las que no puedo llegar y que después le pago a la vuelta lo que haga falta.

Edna Carina Vargas Vázquez, mss