XXVIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Evangelio: Lc 17, 11 – 19
Del Evangelio de este domingo resuenan
en mí las palabras de Jesús:
“Levántate, tu fe te ha salvado”
Así como los leprosos buscaban anhelantes una respuesta de Jesús, así se encuentra mi corazón: espero, confío, busco todo aquello que me haga unirme más a Él y haga de mí el instrumento que Él necesita para que, en este mundo, lleno de prisas, agobios y dificultades pregonemos a los cuatro vientos que de Él viene la salvación.
Tras esta palabra que Dios me regala intento analizar cuál habría sido mi actuar …
– Siendo testigo…Los leprosos eran despreciados en su época, despojado de sus posesiones y excluidos de la sociedad. ¿Cuántos encuentro en mi camino a diario? ¿Soy yo como todos los que les daban la espalda o como Jesús?
– Siendo leproso… ¿Pido a Jesús mi salvación o mi bienestar terrenal? ¿Soy capaz de reconocer lo que me da y se lo agradezco?
Gracias Señor, por darme la oportunidad de ahondar en lo profundo de mi corazón y reconocerme arcilla en tus manos, sigue curando mis heridas para poder servirte en la misión que me encomiendas a diario.
María Guerrero, MEL Granada