VI DOMINGO DE PASCUA

Evangelio: Jn 17, 1-11ª

¡Qué regalo más grande sentirse amado y protegido por Dios!

Con esta Palabra resuena en mi corazón la delicadeza con la que ora por nosotros Jesús: «Padre Santo, por tu nombre, que Tú me diste, guárdalos para que sean uno como somos nosotros. «

Como Señor nuestro, pide la protección de todos y nos sigue demostrando la conexión entre él y el Padre. Es un lujo tener este intercesor ante Dios.

A veces nos sentimos desbordados, agotados y desesperanzados, pero gracias a la fuerza del Espíritu y el recuerdo de que «no estamos solos» logramos superar nuestras flaquezas.

Gracias Jesús por seguir orando por nosotros ante el Padre, por no darnos por perdidos y por seguir esperando que nos comportemos como verdaderos hijos de Dios.

María Guerrero Sánchez, MEL GRANADA