II DOMINGO ADVIENTO

Evangelio: Mc 1, 1-8

En este domingo II de Adviento la Palabra de Dios nos invita a reconocer, a acoger y vivir la Buena Noticia del Padre, Jesucristo, su Hijo.

Empiezo por preguntarme: ¿Soy mensajera de esta Buena Noticia, del amor, del gozo que el Padre nos ha manifestado en Jesús? ¿Creo de verdad en Él? ¿Espero, confío totalmente que el Enviado Jesús, Mesías, Hijo de Dios, trae la verdadera salvación y liberación del pecado? ¿Hago algo por llevar a los demás la alegría y el gozo del Evangelio, como a menudo nos está invitando nuestro Pastor el Papa Francisco?

Así nos dice él: “La Alegría del Evangelio es para todo el pueblo, no puede excluir a nadie”, o como nos dice nuestra Querida Madre Fundadora María Emilia Riquelme: “No te contentes en ser buena lleva a Jesús muchos corazones”, “…este sello lleva consigo la dulce misión de amar a Jesús con delirio, hasta el martirio; la de darle a conocer a las almas y hacer que le amen.

Jesús, quiero ser tu Evangelio, con mis obras y palabras, para todos aquellos que yo encuentre en mi trabajo, en mi comunidad, en mi vida; aquellos que poco o nada te conocen, aquellos que no leen la Buena Noticia… Jesús, Tu eres el mejor Evangelio, la única y gran Noticia.

Haz que nuestro Bautismo nos traiga un nuevo fuego que nos purifique y nos haga hablar y practicar el único lenguaje que nuestro mundo puede entender, que es el del Amor.

Cleusa Baptista da Silva, mss