X DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio: Marcos 3, 20-35

¿Cuántas veces Jesús te aparto de mis decisiones? ¿de tus planes para mí?… soy yo la que me separo de Ti, soy yo la que produzco la división del Reino tuyo. Tú no te puedes dividir de ti mismo, no puedes dejar de proclamar que el Amor lo es todo, sería negarte a ti mismo… por eso tu Reino no puede tener fin, no se puede dividir… y me queda la esperanza de al ser hija tuya, te pertenezco y no puedo separarme completamente de Ti…

Te agradezco profundamente la esperanza que me dejas cuando me dices “se perdonarán todos los pecados”, pues soy consciente de que te fallo muchas veces, pero tu Amor es infinito, y tu mano me acoge para volver una y mil veces a Ti. Sólo puedo darte las gracias por tus brazos misericordiosos siempre abiertos…

Si pensaban que estabas fuera de ti, yo sólo puedo pensar que estás fuera de ti por amor a todos tus hijos, tu locura fue de amor, por eso decides dar la vida, por eso no te importa hacer el bien saltándote las normas establecidas, por amor no te importa ser acusado, por amor a cada uno de nosotros, con nombre y apellidos, mueres en la Cruz y resucitas, por amor te quedas en la Eucaristía… pues sin tu alimento no podríamos seguir unidos a Ti, Tú nos sustentas, formando una sola familia. Tu forma de actuar es nuestra salvación. Gracias por amarnos de esta manera.

Nuria Molinero, mel