XXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio: Jn 6, 60-69

Jesús, nos habla sin disfraces, sin medias tintas, su Palabra es VIDA Y VERDAD, nosotros somos los que por nuestras cuestiones muy personales, preferimos llevar, tener, escuchar, hablar, un estilo light, buscamos la comodidad de las verdades a medias, que no me reporte a mí algún compromiso de vida, es por eso que en nuestra realidad, vemos la falta de compromiso, en las cosas sencillas, cuanto más en las que me reportan un compromiso de vida.

El mensaje de Jesús es claro, quien está con Él, debe de estar dispuesto a todo ya sea subir, como bajar, aunque nuestros pies manen sangre, como decía María Emilia Riquelme, nuestra fundadora.

La recompensa no la veremos aquí, es una recompensa prometida en la otra vida, y aquí entra en juego: La confianza, la fiabilidad del que se compromete, a lo que está dispuesto a dar, pues Dios es Fiel, Jesús es el amigo que no se echa para atrás, o como se dice en mi tierra: “Jesús no se raja”.

Y de eso mismo estamos necesitados en nuestra Iglesia, gente con compromiso de vida, que toque puertas, derribe muros, cruce fronteras, que construya puentes, que salga de la comodidad de un buen programa de televisión, que esté disponible para ver, palpar, escuchar, hablar, de las realidades que asfixian, que abusan, que utilizan, que se aprovechan de los hijos de Dios; pues: “si los buenos no hacemos nada, es cuando el mal triunfa.”

Estamos necesitados de escuchar una buena noticia, de entre tantas negativas… “Señor ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida…

Carina Vargas, mss