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RESEÑA DE NUESTRA QUERIDA HERMANA LUCÍA POSTIGO

*26 -06- 1944   + 28-08-2018

Funeral 29 de agosto 2018

 

Nos reunimos para dar gracias al Señor en estos momentos del tránsito de nuestra querida hermana Lucía, después de una larga enfermedad ya ha llegado a contemplar el Rostro del Señor a quien ha amado y adorado.

Nace en Cantimpalos, Segovia el día 26 de junio de 1944, sus padres Marino y Cristina, y sus hermanos María Luisa, Andrés, Valentín y Ángela le enseñaron a vivir una vida llena de alegría y desde la fe. Siente la llamada de Dios para consagrarse a él y con sus 18 años inicia el postulantado, en San Sebastián. En Madrid hace sus votos temporales el 1 de octubre de 1965 y los votos perpetuos el 6 de septiembre del 1971.

Hizo sus estudios de magisterio en Cáceres, donde terminó con plaza directa para trabajar en Alía, donde disfrutó muchísimo con los niños y la gente sencilla. Cómo no recordar sus bailes y sus teatros, y cómo trabajó con los jóvenes.

Continuó sus estudios en Madrid y su vocación de educadora la ha desarrollado en diferentes lugares, en el colegio de Arturo Soria y Pamplona, en Institutos como el de Dúrcal, Salobreña y Motril.

Se dedicó especialmente al trabajo con jóvenes en la pastoral juvenil y vocacional, subiendo montañas como Montañera de Santa María, acompañando jóvenes con una dedicación extraordinaria. Su talente alegre, vivo, entusiasta contagiaba el amor al Señor y el afán de seguirlo.

Sus deseos de ir a misiones siempre fueron muy vivos, pero se le pedían otros ministerios, dirección de colegio, superiora, etc,  al fin pudo ver realizado sus sueño. Fue enviada a México para la Fundación de la primera casa en Tijuna en el 2002, desde donde fue también  a Estados Unidos para aprender inglés, y posteriormente dedicarse a la Pastoral parroquial, juvenil y vocacional, promoción de la mujer y atención a las jóvenes que se iniciaban en la vida religiosa.

La hemos visto feliz y contagiando el amor a Cristo, formando líderes, catequistas y acompañando a familias y jóvenes. Estuvo destinada en Magdalena, Jalisco y desde allí vino ya con una enfermedad que no ha podido superar.

En estos meses que hemos compartido con Lucía hemos visto una hermana que ha sabido llevar con gozo su enfermedad, estimulando y animando a otros enfermos con los que se encontraba, vital, luchadora, sencilla, hermana, alentando a los médicos, agradecida e incluso acompañando a un grupo Pre-mel que se iniciaba, de verdad Lucía era tan apostólica que nos deja un buen encargo para suplirla.

En estos meses ha gozado con sus hermanos y familia a quien tanto quería,  han estado acompañándola permanentemente, qué agradecida y que oportunidades nos ha dado de aprender de su entrega y sacrificio.

Lucía, nos cuesta mucho tu partida, pero sabemos que has sido fiel misionera, nos dejas un precioso testimonio y contamos con tu ayuda desde el cielo.

ORACIÓN QUE LUCÍA HA REPETIDO MUCHAS VECES EN ESTA ÚLTIMA ETAPA DE SU VIDA

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