XXV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Evangelio: Mc 9, 30-37

Jesús no invita a través de su palabra a ser personas sencillas ¿somos capaces de entender lo que Jesús nos dice a través de su Evangelio? ¿Qué es lo más importante para mí? ¿Qué es lo que me preocupa?

También, nosotras/os hoy seguimos sin entenderlo y no tenemos la suficiente valentía para profundizar en los evangelios y conocer su mensaje.

Jesús les pregunta sobre qué discuten y los discípulos callan. Han discutido para saber quién sería el primero, ¿nos suena esto a nosotras? Muchas veces en vez de seguidoras del Maestro, parecemos gallos de corral que cacareamos para ver quién chilla más, y ser las primeras.

Nos deja claro, quien quiera ser el primero, que sea el último y sea servidor, encontramos el rostro de Dios en personas que nos enseñan a vivir con humildad desde lo sencillo y cotidiano de la vida, no buscando grandezas, sino simplemente trabajando con amor para ser realmente servidoras/os de las/os hermanas/os, acogiéndolos con un corazón abierto.

Margarita Guarimo, novicia mss