TESTIMONIOS

Como Misionera Eucarística Laica, me siento orgullosa de pertenecer a la Familia Missami, y de participar en el II Encuentro Internacional del MEL y en el XVIII Capítulo General: En El Gozo de una Misión sin fronteras. Donde el Espíritu Santo nos conduce a fijar nuestra atención, discernimiento y compromiso en el ámbito de la Misión compartida.

Lo primero es el agradecimiento al Señor por estar aquí con todos vosotros: Hermanas, asesores entre otros. Partimos desde nuestro Carisma Eucarístico, Mariano y Misionero como legado de Nuestra Madre Fundadora.

Mi experiencia en este Capítulo es el haber conocido y compartido con los MEL de otros paises. Conocer la Casa Madre, donde se vivencia y se siente el Legado de María Emilia: humildad, sencillez, alegría y dulzura. Me parece un sueño haber estado ahí. Ahora muy grandioso el compartir con las hermanas es algo hermoso, ver su sencillez y alegría, las admiro mucho por esa dedicación, entrega y fortaleza de ese compromiso con el Señor. Después de este encuentro seguiré trabajando conjuntamente con las hermanas y comunidades MEL. Vivir el Carisma y fortalecer esa misión que nos hemos fijado. Por qué: La Misión es un llamado que Dios pone en el corazón de todos y de cada uno de los que decimos ser del Señor.

Aleyda