III Domingo del tiempo Ordinario
Lucas 1:1-4; 4:14-21
El sábado pasado tuve la oportunidad de ir a ver El musical 33’ sobre la vida de Jesús. Una invitación que agradezco por la belleza y frescura del mensaje y por la experiencia de fe que nos trasmite a los hombres y mujeres de hoy.
En varias ocasiones, dentro de la obra musical, Jesús canta: “El Espíritu del Señor está en mi corazón” inspirado en el texto que la liturgia nos propone para este domingo. Esto es esencial para entender a Jesús el mayor “Influencer”.
Es el Espíritu el que hace a Jesús ponerse en camino, recorrer las aldeas para proclamar un tiempo nuevo de liberación y de amor.
Es el Espíritu, el que impulsa a Jesús a sanar, a liberar, a devolver la vista.
Es el Espíritu, el que mueve a Jesús para que su corazón esté lleno de pasión por la vida de todos y antes que nada, de los que viven peor: los pobres, los enfermos, los “descartados” de la sociedad.
Es el Espíritu el que unge a Jesús para ser el profeta de Dios dedicado a liberar la vida.
¡Danos tu Espíritu Jesús, el Espíritu con que el Padre te ungió y te impulsó a llevar adelante tu misión en este mundo!
Cada uno de nosotros estamos invitados a decir, a sentir: El Espíritu de Dios está sobre mí porque Él me ha ungido en mi Bautismo y me ha enviado para amar, para servir, para consolar, para liberar…
Hoy, se cumple esta Palabra. Jesús continúa su misión de llegar a nuestros corazones y a moverlos a compartir la Buena Noticia que de Él hemos recibido. ¡COMPARTE!
Elisa Mármol MSS