Lucas 6:39-45
Son muchas las enseñanzas de Jesús en este texto.
¡Qué difícil es la corrección fraterna!
Me gusta ser mejor que los otros, que me tengan en cuenta…, sobresalir…
Aprendemos una clara enseñanza, “no puedo estar pendiente de los defectos de mis hermanos cuando yo los tengo iguales o mayores”.
COMPRENSIÓN, AMOR Y… PERDÓN.
Intentaré llenar mi corazón de intenciones y obras buenas así daré buenos frutos. Pues nos lo dice San Lucas: “De lo que rebosa mi corazón, habla mi boca”.
Señor, instrúyeme y ayúdame, a transformar mi corazón para que dé frutos sanos y buenos. Me conocerán por mis buenas obras, por la bondad que atesora mi corazón
Pidamos con Mª Emilia: “Que Te conozca y me conozca… que no busque más esconderme en todo y siempre… no me dejes, dame rectitud en todo… que te ame mucho, Jesús mío, soy tuya”
Rosa María Ateza A. MSS