Unidad Educativa María Inmaculada – Bolivia.

Para la Gloria de Dios… ¡¡¡TODO!!!

En Bolivia, en la ciudad de La Paz, en un pequeño espacio en la zona norte, se encuentra la Unidad Educativa “María Inmaculada”, lugar que alberga y materializa el sueño de Monseñor Luis Alberto Tapia y continuado por las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, quienes, desde 1960 van edificando esta obra educativa congregacional en Misión Compartida guiados por el ejemplo de nuestra BEATA MARÍA EMILIA RIQUELME Y ZAYAS.

La Tarea no ha sido sencilla, sin embargo, año tras año diferentes religiosas van pintando el manto de la virgen María Inmaculada con sus diferentes obras y al pie del sagrario… ¡FIRMES! van amasando las grandes batallas del amor de Dios. Es así, que año tras año esta edificación espiritual y educativa va formando integralmente a niños, adolescentes, jóvenes y señoritas que encuentran en JESÚS y MARÍA su refugio seguro.

El 23 y 24 de febrero el presente año, la PROMOCIÓN 2023, de manera especial tuvo una experiencia pastoral que transformó sus vidas y en estas breves líneas tratamos de reconstruir y narrar esa experiencia…

Amaneció…

Eran las 8:00 de la mañana, nuestra Gruta de Lourdes poco a poco se fue llenando de risas, y abrazos… El espacio se convirtió en nuestro lugar de encuentro y en nuestro lugar de partida a la MISIÓN. Los cuatro paralelos de la PROMOCIÓN (125 estudiantes), dos del turno de la mañana y dos del turno de la tarde teníamos la noble responsabilidad de elaborar, crear el LEMA y el LOGO que representarían a la PROMOCIÓN 2023.  Para ello, debíamos retirarnos y despojarnos de lo cotidiano para ir al reencuentro de nuestra esencia y de lo que nos permitiría ser nosotros mismos.

Nuestros padres, por primera vez, en muchos casos, se desprendían de lo que más amaban… sus hijas, sus hijos para darnos la posibilidad de seguir edificando nuestras vidas desde lo que nuestro querido colegio nos proponía… Partimos… “vuelvan pronto”,  “éxitos chicos” “vayan y edifiquen lo que les representará como promoción”, “no olviden que los y las queremos mucho”… las muestras de afecto fueron varias, lágrimas, sonrisas, pañuelos blancos, adioses eternos fueron marcando nuestro recorrido y poco a poco nos fuimos alejando de la cuidad…

Llegamos a la casa de retiros “San Agustín”, un espacio alejado del ruido y del estrés cotidiano, éramos nosotros y la naturaleza…   nos instalamos junto a los amigos y amigas con los que compartimos, más de 12 años de nuestra vida estudiantil. Luego los organizadores, nuestros asesores y profesores de apoyo nos dieron los diferentes lineamientos para encarar los trabajos de esos dos días que marcarían nuestras vidas. El primer día, recibimos un bálsamo de la identidad de nuestra institución, de su carisma, de su misión, visión y principio filosófico. Revivimos juntos la vida de nuestra Beata Emilia. Reconstruimos a través de una memoria audiovisual todos los hechos que nos identifican como estudiantes del María Inmaculada. Así, con los insumos a flor de piel construimos entre todos nuestro LEMA y en plenario general luego de un arduo trabajo, elegimos democráticamente lo que nos identificaría como promoción 2023.

De la misma manera elaboramos nuestro logo. Había diversas propuestas pero la mayoría de ellas apuntaba a la esencia de lo que nuestro querido colegio fue dejando año tras año en nuestras vidas. Nuestro logo y lema son lo que nos representa como promoción. Una Promoción que tiene diversos sueños, anhelos, aspiraciones… Somos lo que hicimos y por ello nos sentimos plenos y orgullosos porque tenemos la certeza de que estaremos “Unidos en el camino, de la mano de Dios y bajo el manto de María” (Lema Promoción 2023). “Una senda de luz y esperanza, aprendiendo del amor de Jesús, edificando mi vida con principios y valores” (Keila Chávez Quirijota).

Sin embargo, los momentos más intensos e inolvidables vividos en los instantes en que compartíamos, jugábamos, comíamos o en la noche donde todos hablaban y les era difícil conciliar el sueño por la simple razón de que estaban con las personas con las que más tiempo pasamos… nuestras AMIGAS, nuestros AMIGOS. Los profesores, nuestros asesores, no pegaban un ojo. La noche fue intensa pero a la mañana siguiente a las 7:00 de la mañana debíamos estar en la capilla rezando el rosario, todos juntos.

Y así fue, retornamos más unidos, más comprometidos, más hermanados porque pudimos encontrar en el otro aquel y aquella que caminará junto a nosotros con la certeza de que si caemos tendremos una mano amiga que nos ayudará a continuar unidos de la mano de Dios y bajo el manto de María. “Me siento mucho más conectada con Dios en cada oración reflejando valores, metas y sueños” (Nathasia Herrera Espinoza).

Hemos vuelto luego de una bella experiencia, deseosas y deseosos de compartir junto a nuestra comunidad el regalo que JESÚS Y MARÍA nos dieron en la construcción de nuestro lema y logo, y que guiará nuestra MISA DE COMPROMISO porque tenemos la certeza de que todo lo que somos sea “para Gloria de Dios, pero por manos de María”.

Misión cumplida.