TESTIMONIO

Mi nombre es Raquel, soy de nacimiento boliviana y tengo la doble nacionalidad española. Procedo de una familia muy sencilla, ellos me dieron una educación rica en valores humanos y cristianos. Desde pequeña fui una niña muy inquieta, alegre y arriesgada. Recuerdo de pequeña me gustaba bailar, cantar con mi padre y era muy sociable. Sufría mucho cuando veía a gente muy sola y necesitada. Tenía muchas compañeras y amigas con las que compartía y me divertía mucho en todo y con todo. Lo que más me enfadaba era cuando alguien hablaba mal a mis espaldas y no me lo decían a mí personalmente. Fui una joven normal y sencilla en mi forma de ser y vivir.

Cuando tenía 16 años mi madre falleció de un infarto que estuvo 20 días en estado de coma; yo por razones de estudios me encontraba en Sucre ciudad a 600 kilómetros de mi pueblo. Después de la muerte de mi madre, a los 4 años también mi padre falleció de otro infarto, se quedó dormido para siempre, como veis, fue muy duro hacer frente estas situaciones de pérdidas familiares. A partir de ahí afronté con audacia y mucha valentía con mis hermanas y seguir la vida y mis estudios. Los estudios los hice con mucho esfuerzo personal y fue muy duro, el saber que ya no tenía padres, supuso un reto importante viviendo la vida en libertad responsable en todo sentido. Terminé el Bachillerato y mis estudios universitarios, compaginando vida, estudio y trabajo, y muy contenta, porque sabía que la Virgen me ayudaba en todo momento y sentía su presencia, porque mi madre me enseñó muchas oraciones a la Virgen y me decía cuando yo me muera la Virgen será tu madre y te ayudará mucho y así fue, todo en nombre de Ella. Mi primer trabajo fue con los Padres Jesuitas, allí fue donde cultivé la sabía de la Fe y el amor a Jesús Eucaristía. Como toda Joven, no era muy constante en la práctica de mi vivencia de la Fe, como todo en la vida es un proceso.

Puedo decir con mucha alegría, mi vida ha sido un proceso de crecimiento humano y de Fe. Tres años de trabajo con los Padres Jesuitas muy positivo y especial en mi camino de Fe. Me ayudó a vivir mi juventud con pureza y audacia; el Señor me impulsó interiormente a vivir el gozo de reconocer a Jesús en mi vida. Ellos me animaban a seguir estudiando e ir enfrentando las dificultades, contrariedades y dificultades. Llevaba en mi interior un impulso grande de reconocer a Dios en la naturaleza, en admirar su belleza y viví disfrutando.

Pasaron los años y descubrí que Dios era la razón de mi existencia, por eso es natural que yo ame y quiera mucho la naturaleza. También descubrí que yo era un grano de mostaza en la creación de Dios. Pequeña y muy pequeña.

De profesión Maestra, trabajé algunos años en 4 colegios, dos privados y dos del estado, tenía completo el día desde las 8 de la mañana hasta las 10:30, porque daba clases a jóvenes trabajadores y mi cariño era especial; eran jóvenes muy sufridos y de bajos recursos, yo como no tenía otros compromisos les ayudaba en algunas ocasiones con dinero de mi sueldo y me sentía muy feliz, porque me daban la oportunidad de compartir vida con los que más sufrían carencias económicas y de material escolar, para ellos y sus hijos.

El año 1998 el Señor me abrió los caminos para salir de mi país. Supuestamente vine por un mes a España para realizar un curso de especialización en Ética Moral. Y con la posibilidad de trabajar por la mañana. Me lancé a la aventura con audacia y dije ¡¡¡Raquel este es tu momento!!! Económicamente necesitaba dinero para terminar mi licenciatura en Administración Educativa y Ética Moral, el coste era muy alto. Pero el Señor seguía mis pasos y me dieron la oportunidad de trabajar en España con contrato de trabajo durante 2 años y con mucho riesgo decidí quedarme y el Señor me dio luces cómo seguir este mi caminar en su Presencia gratuita, Él y su Madre la Virgen María me ayudaron y siempre confiaba en ellos.

Estando en España, el Señor me presento otros retos muy fuertes de solidaridad y trabajo; como dije al principio, fueron momentos claves y muy difíciles de saber si era voluntad de Dios o no, pero lo enfrenté y asumí un nuevo caminar, arriesgando a estar en el qué dirán, pero mis decisiones iluminadas por el espíritu Santo eran totalmente misioneras y asumí con libertad responsable. Me trajo muchas dificultades, pero lo asumí con valentía y confiando en las manos de Dios y la Virgen que siempre actué en su presencia y caminando para engrandecer la presencia de Dios en mi vida.

Reconozco y soy consciente, que cuando Dios quiere algo para su gloria, los miedos se van y te inundas de Paz, aunque tengas que sufrir mucho. Como dicen Dios te pone a prueba de Crisol y todo sale adelante con paciencia aunque vayan pasando los años, el amor de Dios y la pureza de intención siembra Dios en tu corazón.

Os puedo decir que mi vida ha sido un caminar el misterio de Dios en todos los acontecimientos, estando alerta a las nociones del espíritu Santo. Para mucha gente que le cuesta comprender el misterio de Dios, es desconcertante, pero muy certeros para su gloria.

¿Cómo conocí a las Misioneras del Santísimo Sacramento? Fue el año 2001 cuando fui por primera vez a conocer la casa de Granada por motivos de trabajo con un familiar de tres misioneras. Me llamó mucho la atención la capilla y la majestuosidad de la presencia de Jesús Sacramentado y me dijeron que allí vivió la Fundadora María Emilia Riquelme y Zayas.

Reconozco que el Señor me ha llevado por caminos desconcertantes a vista humana, pero empezó un camino del Misterio de Dios para mí y para los demás. Este fue mi primer contacto con las Misioneras. Pasado los meses y años fui acercándome más a Dios y a su presencia Eucarística y al carisma y espiritualidad de las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada.

Yo después de un tiempo y unos años, las situaciones de vida me han ido cuestionando, cómo vivir una misión desde una opción concreta vocacional y misionera.

Una Misionera Hna. Marian Macias, viendo mi situación me invito a colaborar en la obra social de Cachito de Cielo y fue el cielo abierto y las oportunidades abiertas al querer de Dios, porque yo ese años del 2010 estaba en búsqueda como vivir este llamado de Dios, después de haber cumplido una misión de servicio y solidaridad.

Todo fue un proceso de la voluntad de Dios, el camino se abre a otras oportunidades para juntos caminar en la Misión. Dios se ha encargado de abrir momentos de encuentro desde mi interior, sigue siendo un Misterio su presencia en mi vida, he vivido momentos fuertes de esa presencia de Dios en medio de la oscuridad de no saber qué rumbo seguir, queriendo huir de problemas o dificultades, que por la naturaleza humana te van surgiendo en el caminar.

En este proceso me acompañó Hna. Marian Religiosa Misionera, pude afianzar mi Fe y mi entrega diaria con espíritu alegre. Otra persona que me ayudó mucho y ha sido clave en este caminar ha sido Hna. Leonor, su cercanía y su humildad de pedir que colabore ayudando en la misión de servicio. Agradezco de corazón apertura y el camino abierto que Dios ha permitido para integrarme en la Misión y también la comunidad de la familia Missami.

La vivencia de compartir en la Misión de la obra social ha sido otra clave para decir que soy misionera. Un compartir con las hermanas de la comunidad de la obra social, con los hermanos más necesitados, con los voluntarios ha sido una riqueza inolvidable y fundante para descubrir la llamada a ser misionera laica, en fondo habían otras intensiones positivas para llegar más allí, pero el Señor me brindó otras oportunidades. Las dificultades han sido parte de la vida que me han ayudado a vivir en plenitud el Evangelio. Puedo decir con mucha alegría los pobres me han evangelizado, me han enseñado a cómo vivir el evangelio.

Otro acontecimiento importantísimo en mi vida ha sido la Creación del grupo de Oración en “Cachito de Cielo”, fue y sigue siendo la matriz de donde surge y se afianza este llamado a ser misionera laica parte de la familia Missami. Agradezco de corazón a la iniciativa de Marian de crear este grupo, aquí he descubierto el proyecto de Dios en mi vida. De este grupo hemos surgido mucho Laicos llamados a ser presencia de Jesús cumpliendo esta Misión de Jesús en el Carisma y la espiritualidad de María Emilia Riquelme.

Muy agradecida a todas las hermanas de las comunidades de España y de todos los países.

El Capítulo General ha supuesto un acontecimiento de abundantes riquezas y Gracia de Dios. Con mis hermanos los Laicos una gozada, por la alegría y la ternura de cada uno, viviendo y compartiendo el carisma y la Espiritualidad de María Emilia. Doy gracias por este regalo de participar en el Capítulo General. El impulso que el Espíritu Santo es seguir caminando y buscando nuevas maneras renovadas de vivir el Carisma y la Espiritual de la Congregación.

Mi amor a la Congregación y a las hermanas y a los hermanas/os laicos ha crecido en gran medida en este tiempo, ahora, las vitaminas que me lo han puesto delante de mí, para vivir todavía con más alegría y entrega este llamado como proyecto de Dios con alegría.

Con alegría y entusiasmo y llena de inquietudes por vivir de forma más coherente y humildad la Fe en Dios, y mis hermanas, cada una son un regalo de Dios envueltas en diferentes papeles de regalo, y todos tienen una riqueza insondable.

Todo es una invitación a vivir en GRATITUD, HUMILDAD y DULZURA al servicio de todos en todo momento, es mi realización personal HACER FELICES A LOS DEMÁS.

Como dice María Emilia: “Yo hijas, sólo hago y pienso esto. Sufro sí, pero soy muy feliz.” ” ¿Qué más dulce que un amén mirando a Dios?”

Dios me ayudará y la Virgen María a dar pasos según la voluntad de Dios. Gracias por todo.

Raquel Barrón Ramírez