DESDE LA FRONTERA GEOGRÁFICA A LAS PERIFERIAS EXISTENCIALES

Ante el reto que propone el Papa a todos los bautizados de ser una Iglesia misionera, que lleve al mundo – especialmente a los pobres y alejados – EL ABRAZO MISERICORDIOSO DE DIOS, el grupo Mel de Tijuana vivió una jornada misionera en un centro de ancianos, perdido y aislado en plena sierra de la Rumorosa donde se levanta una humilde construcción, que alberga a 40 impedidos y ancianos (3 ciegos, paralíticos etc.) donde son atendidos por el hermano Pablo y un escaso personal como voluntariado.

En esta segunda, vez como en la primera, se les llevó la alegría de la música: del compartir, de convivir con ellos, de una deliciosa comida, de la cercanía entrañable y cariñosa, en una palabra llevando EL ABRAZO MISERICORDIOSO DE DIOS. Y es así como nuestra familia MISSAMI va creciendo y alimentándose de la Eucaristía para seguir siendo PAN PARTIDO PARA NUESTRO MUNDO HAMBRIENTO; porque ser evangelizadores es convivir con la gente, gozar en su compañía, acompañar a las personas, compartir sus sufrimientos, su soledad y también sus esperanzas. Y siempre es más lo que se recibe que lo que se da como dijo bellamente nuestro gran Poeta Octavio Paz:

“Para ser yo tengo que ser otro,
Salir de mí, buscarme entre los otros;
Los otros que no SON si yo no existo,
Los otros que a mí me dan PLENA EXISTENCIA
ya no hay YO ni TU sino sólo NOSOTROS.”

Con todo cariño, vuestra Hermana Lucia Postigo